martes, 12 de febrero de 2013

Zarzalejo en Transición visitó Solar Decathlon


(entrada del 11 Oct 2012 perteneciente al antiguo blog)

Este evento consiste en una competición para universidades de todo el mundo, donde cada equipo de alumnos tutorizados cuenta con un plazo de dos años para diseñar y construir un prototipo de vivienda sostenible a través del uso de la energía solar. Como tal, consta de diez categorías en las cuales el proyecto es evaluado y puntuado por un jurado experto en la materia en cuestión. Podemos encontrar categorías tan diversas como arquitectura, ingeniería, innovación, industrialización, funcionalidad, bienestar, balance de energía eléctrica, sostenibilidad, eficiencia energética o comunicación. Aparte, encontramos una serie de premios extra, fuera de la competición, pero que forman parte del proceso del concurso, donde se valoran aspectos no menos importantes, como la integración de sistemas solares, iluminación, diseño interior o accesibilidad, entre otros.

Dicho esto, me gustaría empezar este artículo con mi más sincera enhorabuena y muestra de admiración a los diferentes equipos participantes, por lograr algo tan complejo y ambicioso como es el diseño y construcción de una vivienda, donde los parámetros dimensionales rondan entre los 45 m2 mínimos climatizados, hasta los 150 m2 máximos del conjunto. No podemos obviar algo tan impresionante como que son ellos, los alumnos, quienes realizan por completo el montaje de esta estructura, sus instalaciones y acabados. Todo. Y, además, disponen exclusivamente de dos semanas para hacerlo, en este caso, en la Casa de Campo de Madrid.

En esta línea, creemos que Solar Decathlon debería ser entendido como algo más que una competición universitaria de arquitectura e ingeniería. Es mucho más que eso. Es una oportunidad sin igual para mostrar al ciudadano las posibilidades que existen en el diseño de su vivienda. Nuevos modos de entender la arquitectura. Un acercamiento entre usuario y profesional, del cual adolece este sector, y que sin duda necesitamos.

En innovación, no sé hasta qué punto debemos conformarnos con el empleo de tecnología innovadora. Sería lamentable perder una oportunidad como esta para investigar nuevas estrategias pasivas en el uso del sol. Plantear viviendas que funcionen mejor sin necesidad de ningún añadido tecnológico. Es la propia vivienda quien debe ser concebida desde un punto de vista innovador, más allá de sus espectaculares añadidos. En nuestra opinión, la vivienda sostenible por excelencia, es la arquitectura vernácula. Ahora, el sector, se enfrenta a tecnologías súper complejas que pretenden devolvernos al lugar del que partimos en el momento que la globalización nos enseñó aquello que todos queremos tener pero que nunca nos había sido posible alcanzar. No podemos pretender que una vivienda se comporte igual en Alemania que en España, por ejemplo. Si una vivienda danesa funciona bien en Madrid, no es normal, o es muy buena o muy mala.

Otro tema a debatir sería el económico. Pensamos que prototipos de 500.000 euros de coste de construcción (a lo que habría que añadir el precio del solar, mobiliario, etc) no son representativos de la situación actual, por lo tanto, convendría poner un límite de precio, por ejemplo 100.000 euros. De esta forma veríamos las complicaciones técnicas y constructivas que aparecerían ante tal presupuesto.

 
Para terminar, felicitamos a todos los participantes, a los ganadores (Canopea, Universidad Rhone-Alps) y al público en general porque la exposición ha sido un éxito. Solo falta que cunda el ejemplo.

 

+ info: http://www.sdeurope.org/

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